Mi hijo es altas capacidades y aún así tiene problemas en el colegio ¿Por qué?
Me dicen que mi hijo puede tener déficit de atención, pero le quieren hacer una prueba de inteligencia ¿para qué?
Ya sé que mi hijo tiene un trastorno neurológico. Aún así le quieren hacer una prueba de inteligencia ¿Por qué? ¿Qué información nueva dirá?
Todas estas preguntas son muy habituales entre las familias. Y lo cierto es que las pruebas “de inteligencia” nos aportan muchos datos sobre los procesos cognitivos. Y os voy a decir mas…Lo que menos nos importa es el numerito final de la prueba!!!!!!! Lo que en verdad nos interesa conocer, es cuánto provecho le puede sacar a lo mucho o poco que tenga.
Y para poder sacarle provecho a todo lo que hay en esas cabecitas, es imprescindible conocer como funciona, cuáles son las fortalezas y debilidades, con qué contamos y que deberíamos fortalecer más… Los profesionales que trabajamos en el área del neurodesarrollo precisamos también de “materia prima” para poder desarrollar nuestro trabajo. Y esa materia prima es diferente en cada persona, por ende la forma de trabajo será diferente en cada persona.
No nos confundamos; muy inteligente no significa “éxito asegurado” ni poco inteligente significa “fracaso asegurado”. Siempre siempre siempre hay que trabajar y esforzarse. Así como siempre siempre siempre habrá debilidades y fortalezas. Y conocerlas, hace que el trabajo sea mucho más efectivo.
Así que ya sabéis, la de inteligencia no es una prueba para estigmatizar o etiquetar o medir nuestras propias expectativas. La de inteligencia es otra de las muchas pruebas muy valiosas sobre la cuál basamos muchas hipótesis y sobre la cuál podemos comenzar a trabajar.